martes, 3 de diciembre de 2013

Estimados senores: Si me lo permiten quisiera comentarles brevemente,aunque realmente este asunto necesita un ensayo y un congreso de educacion y sicologia,sobre la noticia publicada el 28 de noviembre,"Crecen las faltas de respeto del alumnado contra los profesores". Me parece que este asunto se sigue quedando en las ramas de un arbol que se pudre ,pero en donde las ramas cada dia crecen mas expandiendo la necrosis. Lo que sufren los maestros es consecuencia de un sistema fallido,pero que trae ya sus frutos. Como es posible controlar en clase a un individuo que no puede ser controlado en el hogar? No es dificil entender que si los padres sufren de legislaciones que le impiden ejercer autoridad con temor que su propio hijo lo denuncie a las autoridades,es logico que ese individuo crezca desarrollando una conducta que va mas alla de la clasica rebeldia del adolescente. Las humillaciones que sufren muchos padres,chantajeados por los hijos,pasan ahora al ambiente escolar. Por que el maestro se queja del padre maniatado? Y por que el maestro se atribuye el derecho (antipedagogico y arbitrario) de bajarle la nota a un estudiante en un examen. Todavia se sienten los pasos de los Jesuitas. Si le anadimos a esto la invasion ,permitida y aplaudida,de los programas de television estadounidenses en donde los maestros aparecen como entes molestos,cuando no idiotas y los padres son unos gordos estupidos y las madres unas histericas tenidas de rubio,es facil entonces de comprender que la familia,como concepto,es demode.Hay que buscar la independencia rapido y la "pasta" facil.El botellon,la droga,el coche....y despues que? Es deprimente para el sistema encontrar a una adolescente de trece anos con una lata de Mahou en la mochila. Recordad al Pequeno Principe: se bebe para olvidar...para olvidar que soy un borracho.Eugenio D'Melon. ");

viernes, 8 de noviembre de 2013

“MUJER NATURALEZA” Desde su interior se funde la sabia de la naturaleza, tierra íntima de un cuerpo rotundo. Mixtura salvaje de una mujer que emerge como raíz de sus propias entrañas. La obra de esta artista, Isís de Lázaro, representa un universo visceral de una fémina, que es el fruto de la creación más pura. Su simbología, la representa con colores tierra y sepia que se funden con el entorno de un dibujo surreal. Perfiles recortados sobre un escenario estrambótico, superpuesto por un fondo de matices y claroscuros que apuntan a una búsqueda constante dentro de un escenario limitado. En esta serie de trabajos expuestos en Logroño, en la Fundación De Larra, la artista se muestra rebelde contra su entorno, representando a esa madre que ama lo más auténtico de su maternidad. Sus cuerpos se enlazan y se funden con la materia áspera que dibuja la superficie del soporte plano, con formas hieráticas y escultóricas flotando entre sí y son testigos del monocromático universo visual alterado con suaves azules matizados con colores arbitrarios en un mundo irreal donde todo es posible. Sus muertos se despiertan, sus almas se desnudan y se desgarran ante nosotros.